Virginidad… ¿importa?

La carga moral, religiosa, pero sobre todo personal que tiene la virginidad en nuestro país, está caracterizada como preponderante entre las generaciones de los últimos años, pero ¿qué es lo que opinan los jóvenes en la actualidad?

Acorde con las cifras de la Red Latinoamericana Consejería de Enfermería en Salud Sexual y Reproductiva del Adolescente, nos presentan que existen casos donde adolescentes entre 10 a 14 años inician su vida sexual. Se presume que por la edad no tienen la suficiente información sobre métodos anticonceptivos, planificación familiar o enfermedades de transmisión sexual, pero Luz, estudiante de secundaria, comenta que “puede que crean que no tenga la edad, pero todas las de mi grupo ya lo hicieron. Por amor o presión, lo haces; además no importa (la virginidad), a los hombres no les importa”.

Martín, novio de Luz agrega “No me importa, virginidad, todos somos libres y elegimos, si nos dan ganas, pues ya, pero siempre con responsabilidad”. El resultado de los adolescentes que comienzan su vida sexual activa repercute en el uso que le den a la información que proporciona la escuela y el núcleo familiar, el efecto es un 23% de jóvenes entre 10 y 14 años de edad embarazadas, riesgos que no solo terminan en la mala planificación, sino que además, la mortalidad materna se ha convertido en la cuarta causa de muerte en menores de 15.

“Perder la virginidad sientes que le eres infiel los valores familiares, hasta a la virgen” Mariana se embarazo a los 19, tras toda la información que la rodeaba, decidió comenzar a tener relaciones como planeación de una vida en pareja, su novio estaba dispuesto a casarse hasta que tuvo el primer intento de aborto, “Recuerdo que me sentía tan mal, que hasta la cara de la virgen de la esquina de mi casa me veía feo, era culpa y cuando me dijo que se casaría conmigo todo estaba solucionado”.

Ejercer la sexualidad en la actualidad es tan normal como probar por primera vez un platillo o dulces, puede que las viejas ideas, los valores familiares, y la religión ya no tengan la misma fuerza significativa para ratificar la importancia de ser virgen o no.