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julio 29, 2014

El albur


El albur es una forma de expresión tradicional que se da especialmente en México. Generalmente se utiliza cuando se está entre amigos, compañeros de la escuela, trabajo o en reuniones familiares. La mayoría de los mexicanos saben por lo menos uno que otro albur para no ser víctima de quien busque dejarlos como "su patiño"; lo que destaca a quienes son albureros es su capacidad de creatividad y reacción instantánea,  pues no hay una forma de predecir que te responderán.

Aunque hace años el albur se consideraba una forma de expresión de personas de escasos recursos o de clase baja, debido a la gran cantidad de groserías, actos o palabras con uso peyorativo, actualmente el albur es considerada una de las características de todo buen mexicano (principalmente de las personas que viven en el Distrito Federal) a nivel internacional, a tal grado que en el año de 1998 se realizó el Concurso Nacional del Albur en la ciudad de Pachuca Hidalgo, el organizador responsable es la Fundación Arturo Herrera Cabañas A.C. con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, teniendo desde albañiles hasta profesionistas en cada edición del concurso.
Dentro de esta expresión se tienen reglas que, aunque no son oficiales, cualquiera que se considere buen alburero(a) sabe y sigue:
·         Evitar que el contrario pueda contestar lo que se le dijo.
·         Utilizar el verso rimado en vez de la prosa.
·         Los versos deben ser nuevos y relacionados con una situación diferente a la que se trata en la realidad, ésta siempre o casi siempre de índole sexual. Por ejemplo, la frase: "Techo blanco."
·         Se pueden incluir ademanes, gestos, expresiones gráficas, escritas e incluso sonoras no lingüísticas como el silbido. Aunque como lenguaje de palabras es poco factible, ya que el duelo se hace con mucha frecuencia sin mirarse mutuamente los contrarios.
Las reglas oficiales del Concurso Nacional del Albur son:
·         No se puede insultar directamente al contrincante.
·         No se pueden utilizar palabras groseras, lo que es causa de descalificación inmediata.
·         Se debe contestar el albur en menos de cinco segundos o se pierde.
·         No se puede repetir un verso.

Las reglas como tal no siempre se siguen pero es una base para poder mantener un buen nivel del alburero o alburera, esta forma de expresión no es única y exclusivamente para los hombres ya que en el barrio bravo de Tepito se encuentra Lourdes Ruíz Baltazar que es considerada a nivel nacional e internacional como la reina del albur y cómo ella misma ha declarado:

“La regla número uno es no decir una sola grosería. No, el albur está confundido –y dije “confundido”, no “con fundillo”–. No: el albur no es la leperada. Miren, una mentada de madre hasta el más tonto la entiende... pero un albur fino, es difícil y no cualquiera lo agarra”

Es así como el albur ha sido de alguna forma estigmatizado con el uso de las groserías que realmente deben ser pocas o nulas dentro del buen uso del albur y apelar sobre todo al doble sentido de las palabras y la construcción de frases que deben ser creativas y poner en cuatro a quien se le dice.







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